FRENTE A LA CRUZ | Ejercer nuestra libertad para defender a los más vulnerables
El Evangelio nos pide tener respeto por la vida, y especialmente por aquellas vidas que son más vulnerables
Mientras nos preparamos para celebrar el 4 de julio, muchas de las lecturas de esta semana tienen en común el tema de la libertad.
Escuchamos como la gente de Sodoma y Gomorra ejerció su libertad oponiéndose a Dios y sufrió las consecuencias de sus pecados. Escuchamos como Abraham ejerció su libertad al obedecer a Dios y recibió la recompensa de su fe.
Escuchamos como el Apóstol Santo Tomas ejerció su libertad al no creer en la resurrección de Jesús, y como después ejerció su libertad para seguir al Cristo resucitado.
Escuchamos como los escribas ejercieron su libertad rechazando a Jesús, y como Mateo, el recaudador de impuestos, ejerció su libertad al seguir a Jesús. Escuchamos como Jacob ejerció su libertad al engañar a Isaac, su padre; y sabemos que, como consecuencia, Jacob sería engañado más tarde por su suegro.
¿Cómo luce la pregunta de la libertad en nuestras vidas? Un grupo de titulares recientes en el periódico “Post-Dispatch” del 11 de Junio es un buen ejemplo.
Una historia en la primera página nos cuenta sobre el trágico tiroteo desde un carro en el que murió una niña de 3 años. El titular al lamentar esta tragedia decía, refiriéndose quien disparó: “Él no tiene respeto por la vida”.
Sin embargo, en una triste ironía, justo arriba de la historia había otro titular. Este hablaba acerca de la decisión del juez que le permite a “Planned Parenthood” seguir realizando abortos en la ciudad.
¿Por qué es una tragedia cuando algunos niños inocentes son asesinados por las decisiones de los adultos, pero no lo es cuando otros niños inocentes son asesinados por las decisiones de los adultos? ¿Por qué nos lamentamos que algunas personas no tienen respeto por la vida, y, sin embargo, les dejamos la vía libre a otros que no tienen ningún respeto por la vida?
Existe una inconsistencia similar en los debates nacionales. Algunas personas tienen respeto por la vulnerabilidad de las vidas de los inmigrantes y las minorías, pero no por las vidas vulnerables de los niños no nacidos; otros hacen lo contrario, tienen respeto por las vidas vulnerables de los niños no nacidos, pero no por las vidas vulnerables de los inmigrantes y de las minorías. Hermanos y hermanas, el Evangelio nos llama a tener respeto por todas las vidas, y un respeto muy especial por los más vulnerables.
Esta es una de las preguntas clave para la libertad en nuestro tiempo y lugar: ¿Saint Louis, Missouri y Los Estados Unidos se levantarán para proteger a los vulnerables o no?
La Biblia nos dice que Sodoma y Gomorra se destruyeron interiormente a sí mismas a través de sus pecados; su destrucción externa simplemente hizo esa realidad concreta y visible para todos. Como ciudad, como estado y como país, esto es lo que nos está sucediendo a nosotros. Nos estamos volviendo externamente, lo que hemos escogido ser internamente: más y más divididos, más y más beligerantes, y cada vez más inconsistentes. Dios nos ha dado nuestra libertad, y estamos sufriendo las consecuencias de la manera en la que la hemos ejercido.
Hago una llamada a todos nosotros a demostrar una mayor coherencia. Si vamos a defender a los vulnerables, defendámoslos a todos sin excepción. Esto quiere decir a las minorías, a los inmigrantes, y en especial manera a los niños no nacidos. Mientras más vulnerable es un grupo, más claramente necesitamos apoyarlo y decir: “Estas vidas son valiosas a los ojos de Dios. Trabajaremos para protegerlas, por ley, por política, y por programa”.
Dios nos da nuestra libertad. La forma en la que la ejercemos, y en lo que nos transformamos, depende de nosotros.
Mientras nos preparamos para celebrar el 4 de julio, muchas de las lecturas de esta semana tienen en común el tema de la libertad. Escuchamos como la gente de Sodoma … FRENTE A LA CRUZ | Ejercer nuestra libertad para defender a los más vulnerables
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