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SIRVAN AL SEÑOR CON ALEGRÍA | Permitamos que el plan de Dios se desarrolle en nuestra vida

Apreciar el misterio de Dios requiere una paciencia que va con Su sentido del tiempo

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

¿Cuál es tu actitud hacia el misterio?

Los científicos de la naturaleza no están frustrados por lo que no saben, ni desprecian aquello que no comprenden completamente. Más bien, están intrigados y decididos a investigar más a fondo. Ellos se inclinan hacia los misterios del mundo natural con una bella combinación del asombro de la niñez y el intelecto de los adultos. Quizás nosotros podríamos aprender algo de ellos acerca de cómo abordar los misterios de la fe.

Ahora, los misterios de la fe no son exactamente lo mismo que los misterios de la naturaleza. No sólo son desconocidos; pertenecen a la relación entre el Dios infinito y el mundo finito. Sin embargo, eso simplemente significa que debemos aproximarnos a ellos con asombro infantil e intelecto adulto aún mayores.

Piensa en los discípulos de Juan el Bautista, que se aproximaron a Jesús y le preguntaron: “¿Eres tú el que vendría, o tenemos que esperar por alguien más?” Jesús no les dio simplemente la respuesta. Él les dijo que pensaran acerca de lo que habían oído y visto por sí mismos. “Regresen y díganle a Juan lo que han oído y visto…” Jesús los invitó a aproximarse al misterio de Su identidad con su propia observación y entendimiento.

Ese ha sido el enfoque de Dios para la humanidad a través de toda la historia de la salvación. La vida misma de Dios es un misterio infinito. Eso no significa que es algo que nunca podemos conocer — significa que es algo que nunca podemos dejar de explorar. Dios nos ha estado revelando el misterio de Su vida a través de la historia y en nuestras vidas. Sin embargo, Él toma un paso a la vez; Su meta es atraernos, no forzarnos.

Un aspecto clave de la manera de Dios de revelarse a sí mismo tiene que ver con el tiempo. Piensa de esto en forma similar a la música. La música se produce cuando las notas son tocadas en el tiempo. Cuando tomas las notas de una pieza musical y las tocas todas a la vez — pues bien, ya eso no es música. Apreciar la música es tener la paciencia para dejarla tocar en el tiempo.

Algo similar es verdad para el misterio de la salvación — Dios comparte nuestra vida, y nos ofrece compartir Su vida. Dios reveló ese misterio en el tiempo, como una bella pieza musical, y nos invita a profundizar en el misterio durante el transcurso de nuestras vidas. Apreciar el misterio requiere la paciencia que va con el sentido del tiempo de Dios.

El calendario de la Iglesia cambia su marcha el 17 de diciembre. Nos lleva a un sentido diferente del tiempo, para ayudarnos con la semana final de preparación para la Navidad. El Evangelio del 17 de diciembre es, como era de esperarse, la genealogía de Jesús — la cual se centra en como los planes de Dios se han desarrollado a través de los tiempos.

Apoyémonos en ese sentido del tiempo en estos días anteriores a la Navidad. Si lo que hacemos esta semana es sólo celebrar la Navidad, entonces tocamos esa nota una y otra vez — y arriesgamos perdernos la música que Dios está tocando para nosotros. Permitamos el desarrollo de los días esta semana. Permitamos que el plan de Dios se desarrolle en nuestras vidas. La anticipación y el sentido de anhelo son parte de lo que Dios nos ofrece estos días. Si nosotros permanecemos con Él, con admiración, asombro, paciencia y determinación, las cosas que Él quiere mostrarnos no tendrán fin.

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