Dios siempre nos está invitando a algo más profundo, no únicamente más
Queridas hermanas y hermanos en Cristo:
Hay una paradoja de la vida cristiana. San Pablo expone muy claramente su experiencia de esta paradoja en 2 Corintios: “Somos tratados como mentirosos y, sin embargo, somos veraces… seguimos viviendo… Parecemos tristes, pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo ” (2 Corintios 6:8-10).
Lo fundamental, sin embargo, no es la experiencia de San Pablo. Lo fundamental es que Jesús está en la raíz de la paradoja: “Porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que con su pobreza os hicierais ricos” (2 Corintios 8:9).
San Pablo invita a los corintios, y nos invita a nosotros, a la paradoja del discipulado. Creo que es un excelente lugar para comenzar un examen de conciencia sobre el tema del poder político: ¿Cuál es una crítica que haría a mi propio partido político basado en la paradoja del discipulado? Si no tenemos un lugar donde comenzar, ¡eso podría ser una señal de que nuestra identidad es política más que cristiana!
Las lecturas del Evangelio de esta semana abren la cuestión del crecimiento orgánico (en oposición al lineal).
El crecimiento lineal es cuando algo simplemente se hace más grande. Tenemos algunas tierras; Adquirimos más tierras. Tenemos algo de dinero; Obtenemos más dinero.
El crecimiento orgánico es cuando una semilla se convierte en una planta. Cuando una semilla de manzana crece, ¡no solo se convierte en una semilla más grande! Echa raíces y se convierte en un retoño; desarrolla un tronco, luego hojas y flores; Por último, da manzanas. El crecimiento orgánico es continuo, pero no deja de sorprender. Y el crecimiento del reino de Dios es a menudo más como un crecimiento orgánico que lineal.
Consideremos el enfoque de Jesús hacia la ley en las lecturas de esta semana. “Ustedes han oído que se decía ‘Ojo por ojo’, pero yo les digo: Pongan la otra mejilla”. El objetivo del “ojo por ojo” no era vengarse, sino controlar la venganza. “Pon la otra mejilla” es el siguiente paso para frenar la venganza. Como caso de crecimiento orgánico, es a la vez continuo y sorprendente.
“Ustedes han oído que se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo’, pero yo les digo: Amen a su enemigo y oren por los que los persiguen”. El objetivo de “ama a tu prójimo” era expandir los límites del amor. El siguiente paso para expandir los límites del amor es orgánico: continuo, pero sorprendente.
Las acciones salvíficas de Dios a lo largo de la historia de la salvación muestran este tipo de crecimiento orgánico. Pero eso plantea una pregunta importante para cada uno de nosotros: ¿Cuál es el siguiente paso, en términos de crecimiento orgánico, en mi vida de discipulado?
Cuando pasamos de dar dinero a dar más dinero, estamos involucrados en un crecimiento lineal del discipulado. ¡Y eso es bueno! Pero el siguiente paso orgánico podría ser la participación personal en una organización benéfica.
Cuando pasamos de escuchar podcasts a escuchar más podcasts, estamos involucrados en un crecimiento lineal de nuestro discipulado. ¡Y eso es bueno! Pero el siguiente paso orgánico podría ser convertirse en un líder de grupo pequeño en nuestra parroquia.
Dios siempre nos está invitando a algo más profundo, no solo más, a lo largo de la historia de la salvación y en nuestras propias vidas. A medida que el verano cobra impulso y vemos crecer nuestros jardines y granjas, ¿qué próximo paso orgánico podría estar pidiéndonos Dios que tomemos?
