SIRVAN AL SEÑOR CON ALEGRÍA | Buscar la satisfacción en las cosas del mundo nos llevará a la decepción
Las Escrituras nos animan a encontrar y juzgar las cosas con una perspectiva más profunda
Queridas hermanas y hermanos en Cristo,
Esta semana leemos algunos de los libros de sabiduría — Proverbios y Eclesiastés — y creo que contienen algo de sabiduría para Todo lo Hago Nuevo (All Things New).
Por ejemplo, el autor de Eclesiastés dice: “¿Qué le queda al hombre de todas sus fatigas cuando trabaja tanto bajo el sol?” En una perspectiva terrenal, la respuesta es: ¡Él no acumula tanto! Entonces, en ese nivel, tal vez no valga la pena todo el trabajo. Pero, desde una perspectiva más profunda, podríamos responder: si encuentra el trabajo correcto, entonces el gozo de hacerlo — y de servir al Señor a través de este, es suficiente beneficio.
Y dice: “Una generación pasa y viene otra, pero el mundo se queda para siempre”. En una perspectiva terrenal, este ciclo aparentemente interminable de nacimiento y muerte puede parecer bastante inútil. Pero, desde una perspectiva más profunda, podríamos responder: Aquellos que encuentran el camino al cielo no pasan. Permanecen para siempre con Dios.
Y dice: “El sol sale y el sol se pone; luego presiona hacia el lugar donde se eleva … Nada es nuevo bajo el sol”. En una perspectiva terrenal, puede parecer que nada cambia. Pero, desde una perspectiva más profunda, podríamos responder: sí, pero los corazones se llenan del amor de Dios, las amistades se forman, las personas son fieles a Dios en las cosas grandes y en las cosas pequeñas, y todo eso es siempre fresco y nuevo en los ojos de Dios.
Tengamos cuidado aquí: ¡No es que el autor de Eclesiastés esté equivocado! Al contrario, ¡este texto es una Escritura inspirada! Pero tenemos que leer estos pasajes de la manera correcta. El autor no está diciendo que todo es inútil, que nada importa. Más bien, el autor está diciendo que, si buscamos satisfacción en el mundo, terminaremos decepcionados. ¡Eso es absolutamente cierto! Y el desafío es igualmente importante: entonces tenemos que buscar una perspectiva más profunda contra la cual juzgar las cosas. Y es por eso que el Salmo que sigue a cada lectura de Proverbios y Eclesiastés esta semana es una forma de exhortación a encontrar nuestro refugio en el Señor, a encontrar y juzgar las cosas con una perspectiva más profunda.
Creo que hay algo de sabiduría que puede ayudarnos con Todo lo Hago Nuevo. Al entrar en las sesiones de escucha parroquial en octubre y noviembre, debemos preguntarnos: ¿Qué perspectiva estamos juzgando nuestro camino hacia adelante? Si “la estabilidad de los edificios y las estructuras organizativas” es nuestra perspectiva principal, entonces todo el cambio que estamos contemplando solo puede parecer un fracaso y una amenaza. Si ese es nuestra perspectiva, ¡no tendremos conversaciones fructíferas!
Pero, si tomamos una lección de los libros de sabiduría, podemos buscar otra perspectiva más profunda. Creo que esta perspectiva tiene que ser el anuncio del Evangelio y la formación de los discípulos.
¿Qué sería mejor para la proclamación del Evangelio y la formación de discípulos en cada milla cuadrada de la Arquidiócesis de San Luis? Propongo que tomemos esa cuestión como nuestra perspectiva. Creo que tendremos conversaciones más profundas y fructíferas en los próximos meses, si ese es el punto de partida en el cual tienen lugar todas nuestras conversaciones sobre el cambio.