FRENTE A LA CRUZ | Las transiciones son una oportunidad para asumir los retos y las oportunidades
Las Sagradas Escrituras de esta semana nos animan a pensar acerca de las transiciones.
Jesús prepara a sus discípulos (y a nosotros) para su Ascensión. La manera en la que Él se hace presente a los discípulos está próxima a cambiar. Hasta ese momento, se había mostrado física y externamente. Después de la Ascensión, cuando les envía el Espíritu Santo, Él va a estar con ellos internamente, sacramentalmente y místicamente. Les tomará algún tiempo acostumbrarse al cambio, y Él quiere prepararlos para la transición.
Pentecostés provocará otra transición. A través del ministerio de Jesús, los apóstoles se sienten energizados por su propia formación- la que ellos recibieron de Él. Después de la venida del Espíritu Santo recibirán la energía de la evangelización, la cual darán a otros en nombre del Espíritu. Esta es una importante transición para ellos, y para nosotros.
San Pablo también hace transiciones clave esta semana. La primera tiene que ver con la estrategia. En Atenas, en el Areópago, Pablo proclamó el Evangelio con un discurso perfectamente elaborado. Él se inspiró en lo mejor de la cultura griega, la filosofía y la poesía, pero su esfuerzo fue completamente en vano. Es verdad que hubo unos pocos conversos, pero la mayor parte del tiempo, la gente se burló de sus ideas, o cortésmente lo aplazaba para otro día.
Cuando salió de Atenas para ir a Corinto, Pablo cambió su estrategia. El dejó de intentar hacer discursos sofisticados. En lugar de eso, el proclamó la Cruz en forma valiente y clara. Después al escribir a los corintios, declaró: “Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de Él crucificado”. (1 Corintios 2:1-2) El cambio en estrategia dio grandes frutos. En Corinto fueron muchos los conversos.
Sin embargo, Pablo también necesitó hacer una transición en audiencia. Su proclamación de la Cruz fue un obstáculo para la población judía, pero fue bien recibida por los gentiles. Como el pueblo judío lo rechazó, él dijo: “De ahora en adelante me dirigiré a los gentiles”. Esa fue una gran transición en audiencia